viernes, 19 de agosto de 2016

¿A más pobreza más violencia? ¿O a menos institucionalidad más violencia?


A propósito de “Ciudades de vida y muerte”


     Con todo el orgullo que cabe, puesto que colaboré en el esfuerzo, celebro (con cierto retardo) la publicación del libro Ciudades de vida y muerte. La ciudad y el pacto social para la contención de la violencia[1], coordinado por Roberto Briceño-León y el equipo del Laboratorio de Ciencias Sociales, LACSO. Se trata de un primer volumen cualitativo, con múltiples estudios de caso, al que en el futuro le seguirá un volumen cuantitativo.
     Ahora bien, como la extensión propia de un blog no da para largas reseñas, lo que haré poco a poco, en esta y en próximas entradas, será ir recogiendo uno que otro fragmento o dato ilustrativo, de los muchos casos y subtemas que contiene el libro. En esta oportunidad, destacaré tan solo una de las ideas que sirve de eje al libro: que la “institucionalidad” es una variable interviniente en la relación entre la pobreza y la violencia.
     Tal como lo explica Briceño-León[2], la hipótesis que ha predominado en los estudios de la violencia en América Latina y algunas otras regiones afirma que hay una estrecha relación entre la pobreza y la violencia, así como entre la desigualdad y la violencia. Ahora bien, sucede que en Venezuela, durante la última época de bonanza petrolera, hubo cierto alivio tanto de la pobreza como de la desigualdad. Sin embargo, durante esos mismos años el número de homicidios aumentó sostenidamente... ¿Cómo se explica entonces esa aparente anomalía? Lo que sucede, sostiene Roberto, es que se está olvidando una variable en extremo importante: la institucionalidad, entendida en este contexto del mismo modo en que lo hacen la sociología y la economía, como el entramado de normas que regulan las relaciones sociales, o para decirlo en tres palabras, las “reglas del juego”.
“La institucionalidad es una suerte de filtro que hay entre la pobreza y la violencia, por eso, en idénticas condiciones de pobreza y exclusión, unos individuos pasan al acto violento y al delito, y otros no. La institucionalidad es la variable latente que modula la relación entre las variables independientes y la dependiente”[3]
     Al igual que los demás investigadores que colaboraron con el libro, estoy plenamente de acuerdo con esa idea, que las evidencias también sustentan. Sin pretender negar en ningún momento el dramático peso de la pobreza, muchísimo depende de la forma en que se entienda o construya el sentido de las normas. Considerémos, por ejemplo, las palabras de “Jorge”, un veterano delincuente cuya historia de vida fue recogida hace algunos años por la Profesora Marisela Expósito:
“Y el homicidio, eso también es parte del juego, porque suponte que es contigo, es decir, tú tienes lo que yo quiero y yo te canto ‘dámelo que tú lo tienes’, y bueno, la persona se pone Popi y tal y te resistes [...] si no queda más remedio y te resistes ¡pues no tengo otra que detonarte!, porque yo debo conseguí lo que quiero ¡así te tenga que rompé en dos! [...] a mí no me puede doler dejáte pegá si te opones, porque al final yo estoy haciendo mi oficio, mi trabajo y debo cobrá por eso, debo vivir de eso ¿ves?”[4]
     Por supuesto, el punto es que entre las muy diversas maneras en que los actores sociales pueden asumir las “reglas del juego”, no todas son igualmente válidas o respetables. Hay maneras considerablemente inmaduras, primitivas o bestiales, como la de “Jorge”, y hay otras claramente más maduras o evolucionadas. Distinguir entre unas y otras puede resultar más complejo de lo que parece a simple vista, pero creo que el acervo acumulado por la psicología moral contemporánea resulta sumamente útil para ello. Al menos eso fue lo que intenté demostrar en mi principal contribución al volumen,  titulada “Un estado capturado por la moralidad preconvencional”[5]. Pero como ya lo mencioné, el libro tiene muchos otros temas o subtemas dignos de ser considerados y discutidos con detenimiento[6]. En mi nombre y en el de mis colegas, les invito cordialmente a leerlo.

 



[1] De la Editorial Alfa, Caracas, 2016.
[2] En el Capítulo titulado “La teoría sociológica de la institucionalidad y el pacto social”, págs. 117-139.
[3] Pág. 119.
[4] Expósito, M.F. (2014). Una historia de vida marcada por la violencia: Habla “Jorge”. Postconvencionales, No. 7-8, pág. 65. Disponible aquí.
[5] Págs. 87-115
[6] Un listado de sus contenidos puede consultarse aquí.

jueves, 18 de agosto de 2016

Enlace directo a la revista “Postconvencionales: ética, universidad, democracia”


Desde hace cierto tiempo, no se puede acceder a la revista virtual y gratuita Postconvencionales directamente o por medio de los buscadores usuales. Estas dificultades se deben a problemas técnicos de la plataforma del Repositorio institucional Saber UCV. Sin embargo, la revista como tal sigue estando en línea y existe una especie de atajo a través del cual llegar a ella, que es el siguiente:



Pedimos excusas por los contratiempos que esto haya podido ocasionar, y confiamos en que el problema técnico de fondo se pueda resolver pronto. Mientras tanto, todos los contenidos y funciones de la revista siguen operando normalmente; y mucho les agradeceremos si desean compartir este enlace a través de sus redes sociales.